jueves, 22 de diciembre de 2011

Alucinaciones

Cola de Dragón
Juego con mi imaginación constantemente. Por eso, voy a decir que te veo dibujando tus dragones sentada en la plaza, con el pelo desordenado por el viento, mirando tu libreta, concentrada en tu imaginación. Sabes lo paranoico que suelo ser, y sabes muy bien que me gusta ese retrato ficticio de ti. Puede que te hayas alejado por mi actitud un poco psicótica, puede que en realidad te hayas marchado porque estabas hastiada de esta ciudad, o pueblo, como la llamabas. Aún así, tu actitud despreocupada me hizo entender que en realidad nada estaba bien, que todo era puro espejismo. De ahí mis poemas sobre espejos, porque todos ellos se reflejaban en ti; o mejor dicho, yo me reflejaba en ti. Tuve que inventar historias sobre esos poemas para que no pensaran que yo era un yonqui más de los que se inyectan para escribir. Mis alucinaciones eran reales. Yo era, y sigo siendo, un alucinado. Por eso no necesito de aditivos. Pero todos esos espejos eran tú. Eran tú y yo tratando de entender las cosas; el mundo cuando no sabíamos lo que pasaba en nuestras vidas; nuestra distancia tan cercana se hizo insoportable; y el increíble dragón que dejaste el día antes en que supe que ya no era verdad todo lo que había pensado; pues mi imaginación te creó tan real que huiste asustada con todos mis miedos a cuestas.

No hay comentarios.: