sábado, 6 de julio de 2013

El escritor que escribía en las margenes de los libros.

"Un sabio sin imaginación no puede ya parecer 
otra cosa que un sabio impostor, o 
por lo menos un sabio incompleto"
Charles Baudelaire en su ensayo 
"Nuevas Notas sobre  Edgar Allan Poe"

¿Qué más se puede decir de este genio? Cuentos fantásticos, poemas excelsos. Su obra abarca desde el terror psicológico hasta lo policíaco. Su poesía es de la mejor que se pueda leer; y sin embargo, es más (re)conocido por sus cuentos que por sus poemas, una muestra de la creatividad de este prolífico escritor. Pero lo que sobresale también de Poe es su capacidad hacia la crítica literaria, y más aún en una época donde ésta apenas tenía una base -mejor dicho, estaban levantando sus fundamentos- y los críticos literarios hablaban de los libros por sus autores. Es decir, que si se era un escritor ya consolidado, su reputación lo eximía si alguno de sus libros no eran tan buenos. Sin embargo, ¡ay de aquellos que no tenían una "base literaria"! Y por base literaria me refiero a aquellos que apenas publicaban, pues los críticos los deleznaban y marginaban. 

 Lo primero que llama la atención al leer el material sobre crítica que escribió Poe es su afán por la "formación de una Literatura Norteamericana". En este punto, no hay mucha diferencia con la formación literaria en el resto del continente. Aunque en el caso de Estados Unidos, mientras Poe abogaba por la formación literaria de su nación, sus coterraneos creían ya tener definida dicha formación. En su libro Marginalia incluso insinúa que su país aún no tiene nombre; y después de una extraordinaria explicación, pasa a decir que su nación debería llamarse Apalacha en vez de América, porque el primero es distintivo y hace alusión a sus primeros habitantes, mientras que el segundo designa a Todo el continente: desde Alaska hasta la Patagonia. Y como él mismo pasa a decir: Suramerica también es america.

 En sus ensayos, sobre todo en Marginalia, podemos encontrar las preocupaciones del propio Poe en cuanto a la puntuación y el efecto que puede causar en las impresiones que pretende lograr cualquier texto. De hecho, deja bien claro su punto introduciendo la nota VI de este modo: "todos están de acuerdo que la puntuación es importante"; y a pesar de que todos saben cuán importante es, se lamenta que muchos escritores no la usan de manera correcta. Incluso propuso escribir un ensayo sobre el uso del punto. También hizo referencia al uso -y abuso-  de los guiones. En otra de sus Marginalias -la XIV- escribió lo siguiente: "La imaginación es la nariz de la multitud. Basta tomarla de ella para llevarla a cualquier parte". Y en la nota XVII escribe sobre cómo debe escribirse un cuento para que sus finales terminen de acuerdo a sus comienzos. Y en la nota XLIV da su propia definición de arte como " la reproducción de lo que perciben los sentidos en la naturaleza a través del velo del alma".

  Aunque los otros ensayos también demuestran su capacidad como crítico -y hasta se podría decir de su capacidad como teórico- la Marginalia nos deja ver a un Poe que toma apuntes y escribe en las margenes de los libros. Su ensayo sobre El Principio Poético nos deja ver a un Edgar Allan Poe un poco más erudito, y también nos abre las puertas a una literatura un tanto marginada por los círculos literarios de la época, pero que a su vez revela la esencia de la poesía norteamericana de su tiempo.

  En fin, que Poe se situó en el lugar del observador y contempló bien el panorama para escribir sus pensamientos en el margen de la historia literaria y dejar su huella imperdurable en el imaginario de los escritores modernos.



Enlace: Fragmentos de la Marginalia