viernes, 14 de febrero de 2014

Tres poemas

I
Cuando estalla el último suspiro
queda el adiós y tal vez el para siempre. 

Porque las pupilas se alejan más y más 
invocando toda la oscuridad del universo 
para dejar todo en silencio 
para que las palabras nunca mueran 
aunque el corazón se ausente.

Entonces la lluvia y todo el invierno 
se posan sobre el pecho que llora y maldice 
la hora 
pero no hay tiempo 

Cuando estalla el último suspiro 
queda una lágrima y un último beso.







II
El tiempo
ese sutil silencio 
que nos espera
y nos mira 
lleno de culpas y rencores
inexorable 
marca que nos deja
cicatrices que miran
un poema más
una sonrisa
              
              el vuelo de la noche.





III
Aún estando firme en esa decadencia pura 
y convertir la sonrisa en algo más 
y encontrar el agua llena de suspiros 
cuando el lamento se transforma en lluvia 
y nubes bordean las montañas 
cuando no queda más que mirar la aurora 
y los atardeceres fugaces 
cuando el sentido de la vida es muerte 
y ojos ocultan el dolor inmensurable 
porque somos polvo sin sentido 
caminos dispersos en no lugares 
y fuego que desola
porque es tan cálido el olvido 
cuando el último átomo se torne 
y seamos de pronto cenizas
o sólo la palabra subjetiva 
que cambará cuando seamos por 
fin este reducto lleno de insomnios y temores.