jueves, 21 de octubre de 2010

C.R.A.Z.Y

  Zack volaba a través del humo. Lo exhalaba, lo dejaba ir, y miraba lo que había detrás de esa cortina. No sabía quién era, ni lo que quería. Por eso el cigarro y la marihuana. Por eso volaba: para encontrarse y dejar de ser algo que por naturaleza no era. Tenía poderes especiales, según le había dicho la señora de Tuperware. Zack no creía en eso. Nunca lo creyó. La única ventaja de haber nacido el 25 de diciembre era el enorme regalo que le daban. Pero él ya estaba harto de eso. Por eso volaba. Por eso trataba de actuar igual que los demás. Quería ser normal, aunque no lo fuera. Su padre no lo aceptaría; sus hermanos lo mirarían diferente, de un modo despectivo. No lo pudo evitar. Tarde o temprano sucedería: Raymond murió. Entonces enfrentó sus miedos: su padre no quería a una "princesita" en la familia. Por eso Zack volaba: para olvidarse de lo que era. Aunque ya no tiene que ocultarse. No más.

Fotograma de la película C.R.A.Z.Y del director Jean-Marc Vallée. 2005

martes, 12 de octubre de 2010

Lay (Rondeau)


Muerte, me quejo de tu rigor,
pues me has arrebatado a mi señora
y no te consideras saciada
si no me tienes lánguido:
desde entonces no he tenido fuerza ni vigor;
pero ella, ¿en qué te perjudicaba viviendo
Muerte?

Eramos dos y no teníamos más que un corazón;
si ha muerto, es fuerza que yo muera,
en verdad, o que viva sin vida,
como las estatuas, en apariencia
¡Muerte!



François Villon. El testamento. Versos 978-989

sábado, 9 de octubre de 2010

Elina


Quiero contarte una historia, Elina. Te parecerá increíble lo que te diré, y tal vez no me creas. No me creerás Elina porque lo que te diré no sucedió. Andabas por el pantano, saltando y cantando. Tu cabello reflejaba el color del oro, y sonreías, sonreías al cantar. Lo sé porque te estaba viendo. Sí, yo te vi, aunque tú no pudiste verme. Y de repente levantas la mirada, desconcertada. Algo había pasado. Miraste y gritaste "papá". Volviste a hacerlo dos, tres, cuatro, hasta cinco veces. Y tu voz se notaba frágil, aquejada, como con ganas de llorar. Pensabas que él estaba allí. No era yo, Elina. El ruido provenía de otra dirección, distinta a donde yo estaba. Callaste y seguiste caminando, ya no con la alegría de antes, ni con las alegres canciones que inundaban el pantano. No eran alegres. No lo eran porque tú no estabas alegre. Mientras caminabas, Elina, vi a tu papá que te acompañaba para que no fueras sola.

*Fotograma de la película Elina- som om jag inte fanns del director
Klaus Härö. 2002. De esta película está basado este relato.

sábado, 2 de octubre de 2010

Nacimiento bélico


Están parados. Esperando la orden. No están muy entusiasmados. Se escuchan ruidos, detonaciones. La orden no llega. El grito se hace más profundo. El grito. El parto. Ya nace, y las bombas que retumban por todos lados. La angustia posesiva de todos los presentes. -"Estamos aquí por error, estamos aquí por error"- gritaba el padre desesperado, mientras ellos están parados, esperando el momento de atacar, de salvarse, de huir...