sábado, 12 de mayo de 2012

En torno a la ficción

No me caracterizo por hacer citas, ni tampoco concertarlas; pero hace poco leyendo algo de entre tantas cosas, pensé en algo curioso que puede o no puede suceder: la irreversibilidad de la vida. Suena estúpido tal vez pensar que la vida tenga un reverso. Tal vez no sea un reverso como tal, sólo puede que sea la capacidad de estar aquí en un instante previo para estar. Sucedió una vez cuando alguien en la calle dijo que esa situación en específico ya la había vivido. Estábamos parados en una de las tantas esquinas esperando cruzar la calle, cuando de repente la conversación se detiene y se escucha decir: "Yo ya había hecho esto, y había dicho lo mismo, esto ya lo viví, esto ya lo viví". Esta escena podríamos sacarla de uno de los cuentos de Cortázar, pero no es así. En el Perseguidor, Jhonny está tocando y se detiene bruscamente para exclamar : "esto ya lo toqué mañana, esto ya lo toqué mañana", conjugando pasado y futuro en una acción que es momentánea y circunstancial para hacerlo infinito dentro de la misma rutina y el presente que se vuelve tan vulnerable ante la idea de que estamos repitiendo lo mismo y lo mismo y lo mismo cientos de veces; como si viviéramos el eterno retorno del que tanto habló Nietszche. Puede que hayamos soñado algo, o hayamos hecho algo idéntico a lo que se está haciendo y lo confundamos. Pero si la verdad no es esa, puede que viajemos, sin saberlo a otra dimensión y otras circunstancias de la que tanto hablan muchos escritores:  "no estoy tan presente cuando escribo y soy otro mientras plasmo lo que pienso y vivo lo que escribo".
Hombre girando en un solo pie


  Es tan curioso notar los puntos de fuga cuando se camina por la calle. Tantas personas y tantas situaciones, y sin embargo, enfrentar la cotidianidad con una sonrisa estentórea para luego aprovecharnos y crear esos mundos paralelos de donde salimos, de donde posiblemente haya una fuga y confundamos sin notarlo siquiera el mundo de la ficción en la que habitamos con el de ellos, de donde salimos. Por eso tal vez la confusión, y tal vez los paralelismos. Algo es seguro: "no estar es peor que perderse en la niebla buscando al escritor ideal que nos dé la vida entre miles de rostros que tal vez pasen desapercibidos". 

martes, 8 de mayo de 2012

Sueños

Era su sueño más recurrente. Y es que ser atropellado no era sólo una pesadilla, también una obsesión. Una vez conversó con Andrea sobre el asunto, y ella entró en pánico. "Es fácil ser atropellado", le dijo, y ella quedó con la sensación de horror y la preocupación de enterarse si eso llegara a suceder.

Calles

 Cada vez que va por la calle, al cruzar una avenida, se lanza con la expectativa de sentir el impacto, el dolor que tanto le obsesiona, y la imagen de horror de Andrea al verlo en los periódicos o en las necrológicas. Sin embargo, su suerte es tan (des)afortunada que no le sucede nada. Y es que en sus sueños el impacto es tan real que no sabe que ha muerto cientos de veces bajo las ruedas de esas máquinas que siempre andan con prisa.