miércoles, 24 de noviembre de 2010

Siempre Cortázar

  Cortázar siempre será un niño. Con barba y todo. Él tomará las palabras y las unirá en una fina sintaxis y escribirá sobre la sorprendente vida de Lucas. Siempre lo hace, él no se arredra por la dificultad que le presenta el lenguaje; él lo domina, y sabe como encajar las piezas, cada una en su sitio. Es un niño, y juega con las palabras, se divierte haciéndolo, y clava sus ojos, después de terminar cualquier cosa, mira, y sonríe, y dice.

   Cortázar nunca crecerá. Él es así, te mira y te dice algo, y saca sus personajes debajo de su manga, o de su lápiz, y con su barba, cree en la existencia premonitoria de los personajes que juegan a la rayuela en el patio o en la plaza, al lado de los chicos que juegan al futbol.