viernes, 30 de abril de 2010

Huida


A veces encuentro el contraste un poco opacado. Es decir, que no hay mucha diferencia entre las cosas que digo y hago. Tal vez por eso soy muy escurridizo. Tal vez, a lo mejor, pueda convertirme en sombra y ocultarme en los escondrijos más absurdos que pueda encontrar. Un parque, o una habitación o en los ojos que siempre andan a la expectativa; los que siempre me buscan, los que me quieren capturar. Es mejor la huida, desaparecer sin decir nada, sin dejar rastros. Unicamente los contornos de la noche en los labios que gritan mi nombre.

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