domingo, 26 de abril de 2015

Soliloquio en Do menor


Tu sonrisa diáfana evoca viejas notas 
partituras conocidas que caen al olvido 
y de repente una extraña sinfonía se
despierta en mi corazón 

Como algo que nunca se olvida 
puedo evocar momentos 
conversaciones
gestos llenos de silencio 
-manera sutil de decir y callar tantas cosas-
y pretender instantes de loca cordura

Como cuando la mirada fija 
decía amo 
y la realidad se interponía 
-sentimientos a la intemperie- 
y un objeto 
palabras que fluían 
melodía pura 
de sin sentidos 
divagaban 
entre tiempo y tiempo 
hasta convertirnos 
en polvo 


estrellas fijas en un firmamento desconocido.






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