jueves, 14 de julio de 2011

Funeral



  Puedes estar seguro de lo inevitable. Golpe tras golpe, puedes llegar a pensar que la vida no vale la pena. Así es, mi amigo, la vida no vale la pena. Palabras condescendientes cuando te enfrentas al horror de un funeral. Hay, incluso, quien llega a decir "¿qué pensará el muerto?" Pues el muerto no piensa en nada. "Míralo, los ojos cerrados". "Se parece mucho a..." y conversaciones de ese tipo. "Tuve una premonición, yo sabía que se iba a morir" dice alguna vieja que fuma tabaco. Que sabía que se iba a morir. Sabes que todos algún día moriremos. Puedes pensar que es pesimismo puro; fíjate en los de allá: esos que gritan y lloran porque eran amigos del difunto. Amigos que luego se olvidan que tuvieron un amigo. Así son las cosas. Noches de insomnio. Sueños agitados. ¿quién dice que los muertos lloran? Echa un vistazo a tu alrededor y mira a todos aquellos que no volverás a ver hasta el próximo funeral.

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