Una vez vi soñar a los unicornios
sus palabras eran como la de elefantes en vuelo
Yo les dije:
No pueden volar
Y ellos me respondieron:
estamos en tu mundo
Yo les contesté:
esta es mi habitación, aquí no hay más que libros
Ellos replicaron:
¿y eso a nosotros en que nos afecta?
Y se fueron volando
Consternado por la visión me sumergí en los libros de Borges y Onetti
y me dije:
¿Acaso arderá alguna ciudad en el mundo, tal como lo han soñando los poetas?
Y esta historia que vivo no se detiene
frente a mis ojos la realidad se disfraza y
empuja espejos paralelos
escuchando sinfonías
y viendo en jaulas abiertas aves que tienen miedo a la libertad
Un día un vagabundo me dijo:
¿Puedes escribir sin usar verbos?
Y escribí:
nadie en medio
todos los ojos
fuego sin flamas
pasos y palabras
el vagabundo
vértigos inminentes
corazones y adiós
Entonces me marché con las manos rotas
por el esfuerzo de despertar
Y vi las calles con nombres distintos
Y vi el mundo oscuro
alguien me dijo que era invierno
que era el año 2189
Pregunté por los pájaros
y los animales
Pregunté: ¿alguien ha visto un colibrí?
Nadie escuchaba.
Grité:
¿Alguien ha visto un colibrí?
Y lloré, lloré amargamente
en medio de tanta oscuridad
Es el año de la nada -me decía- es el año de la nada
y subterfugios en plena carrera se maravillaban
de los colores que destilaba el horizonte gris
"Es otra ciudad que arde"
dijo un elefante que soñaba con unicornios voladores.